Los métodos de robo sobre cerraduras más utilizados hoy en día se han sofisticado para explotar las vulnerabilidades de sistemas tradicionales. Aquí te menciono los más comunes:
1. **Bumping**: Consiste en usar una llave especial, llamada «llave bump», que se introduce en el bombín y se golpea ligeramente para hacer saltar los pines internos. Es rápido y silencioso, y es especialmente eficaz contra bombines convencionales sin protección antibumping.
2. **Ganzuado**: Se usa una ganzúa para manipular los pines de la cerradura, simulando el movimiento de la llave. Aunque requiere más destreza que el bumping, los ladrones experimentados pueden abrir cerraduras básicas de manera relativamente rápida y sin dejar rastros.
3. **Impresioning**: Se emplea una lámina de aluminio o plástico en blanco para «imprimir» la forma de la llave dentro del bombín. A partir de ahí, se fabrica una llave que abre la cerradura sin necesidad de forzarla.
4. **Taladro**: Este método es más destructivo y ruidoso, pero efectivo si la cerradura no tiene protecciones antitaladro. Se perfora el bombín, destruyendo los mecanismos internos para liberar el bloqueo.
5. **Extracción del bombín**: También conocido como «crocheting», en este método se usa una herramienta para agarrar el bombín y forzarlo, extrayéndolo del cilindro. Sin bombín, la cerradura queda completamente vulnerable.
6. **Ataques de fuerza bruta**: Usan herramientas como palancas o patas de cabra para forzar la puerta directamente, atacando los puntos más débiles del sistema de cierre, como el marco o las bisagras.
Para prevenir estos ataques, es crucial instalar bombines de alta seguridad con protecciones específicas antibumping, antiganzúa, antitaladro y escudos protectores que refuercen el bombín frente a la extracción y ataques de fuerza bruta.